Colegios de Novelda

COLEGIO DIOCESANO ORATORIO FESTIVO

EVENTOS DESTACADOS del Colegio

Colegio, el “Oratorio Festivo de Novelda”; uno de nuestros diez colegios diocesanos (porque somos miembros de esa gran familia diocesana) que intentamos contribuir a la enorme misión que el Obispo delega en nosotros con la educación cristiana de las “personitas” y sus familias que nos eligen como centro educativo y también como forma de vida.

Podríamos mostrarles nuestro Colegio desde las mil perspectivas que tiene (la puramente docente, la más amplia educativa, la familiar, la social, la parroquial…); todas ellas válidas como astilla de un gran tronco que formamos todos.

Partimos de nuestra inspiración, de San Juan Bosco y Mª Auxiliadora: los dos grandes referentes que nos sirven de guía y modelo. Largo sería ahora relatar la vivencia de San Juan Bosco y su devoción por Mª Auxiliadora, de sus sueños y cómo ésta le ayudó y actuó de maestra en aquel Oratorio de Valdocco.

Los orígenes de nuestro Colegio, del Oratorio de Novelda, descansan sobre las espaldas y desvelos del párroco de San Pedro don Alfredo Miller, allá por los años 30 del pasado siglo, quien, siguiendo el ejemplo de don Bosco con los niños obreros menos favorecidos, los congregaba a centenares, y también a sus padres, los domingos para oír música, jugar en el patio y participar en las sesiones de cine y en la Misa dominical. Y, si lo reflexionamos convenientemente, deduciremos que ese es un punto de partida idóneo para crecer en educación. Así que, real e ideológicamente, ese es el germen de nuestra idiosincrasia, de la que nos sentimos orgullosos y que, en la medida de nuestras limitadas posibilidades personales de semejanza con nuestros fundadores, intentamos proseguir.

Desde la realidad más objetiva describiríamos nuestro Colegio como el “colegio del barrio”, enclavado en el Centro de la ciudad actual, aunque en el primer núcleo de expansión del casco antiguo a mediados de siglo; con donaciones parroquiales y la indomable ansiedad educativa de párrocos y vicarios que hicieron de esos terrenos en su inicio un verdadero “oratorio” de rezos pero también dotado de un ámbito “festivo” con el que atraer, alegrar y educar a sucesivas generaciones de niños del pueblo. Poco a poco se fue forjando lo que en principio era no más que un espacio de oración, ocio y educación en un verdadero COLEGIO, dotado de oficialidad, pero que, en su esencia, nunca ha perdido sus orígenes, porque, ¿qué es un colegio diocesano sino efectivamente una amalgama que encaja perfectamente en el modelo cristiano?

El crecimiento del Centro ha sido imparable durante todos estos años; no tanto en espacio, siempre restringido por las edificaciones y el hándicap de su céntrica situación, pero sí en un crecimiento interno, casi en un ejercicio de ilusionismo mágico, adaptando sus escasos recursos espaciales a todas las novedades legislativas de la educación que siempre requerían de nuevas dotaciones y nunca dejando escapar la posibilidad de dar cabida a alumnos que “nos necesitaban”. Y así sucedió con la adaptación a la Educación Infantil y a la Educación Secundaria partiendo de un Colegio de E.G.B. para estar siempre en un ámbito puntero en la educación, como hubieran querido nuestros fundadores. Nunca se permite el Centro un relajo en sus aspiraciones, sigue intentado mejorar: la implantación de modelos de Gestión de Calidad, la implantación de diversos programas educativos (programa de mejora del aprendizaje y el rendimiento, programas plurilingües, por ejemplo), la necesaria adaptación tecnológica que los tiempos y nuestros alumnos demandan… todo ello son “proyectos” que han dado y seguirán dando sus frutos en pos de una educación sugerente y provechosa.

Con esta trayectoria se llega a la situación actual, con un volumen de 700 alumnos aproximadamente, divididos en tres etapas educativas (infantil, primaria y secundaria) y con dos líneas desde 3 a 16 años. No son más que números vacíos si no se tiene el cuenta que lo que verdaderamente crece por detrás de ellos son personas que “viven” a diario entre las viejas y, en ocasiones, remodeladas paredes; alumnos, profesores, padres, personal de servicios… que son los verdaderos artífices durante años, casi siglos, del milagro de la educación, en el más amplio término de la palabra, como la entendería don Bosco, que seguro que se sentirá orgulloso de todos ellos. Desde nuestros fundadores nos aparecerían cientos de nombres que han contribuido con su vocación docente, con su ilusión diaria, con su amor a los niños y a la educación al crecimiento de esta casa para miles de niños y familias a lo largo de años y años, de generaciones y generaciones…

No nos queda sino que invitarles a que nos visiten, a que nos conozcan desde cerca y que sean partícipes de este sueño que supone poder contribuir al crecimiento social, intelectual y espiritual de niños, chavales y casi hombres y mujeres que serán el futuro del mundo.

 1.  ETAPAS

 Número de unidades

Para encontrar más información de forma directa podéis visitar su web:  www.oratoriofestivo.com