Los Colegios Diocesanos celebraron la Festividad de Todos los Santos, un momento en el que recordamos a todas aquellas personas que, con su vida, alcanzaron la santidad y nos dejaron el testimonio de que vivir en Dios es posible.
Cada centro diocesano preparó esta celebración con gran dedicación, combinando fe y creatividad. Los alumnos participaron en manualidades, murales, representaciones, oraciones, cantos y en el ya tradicional Holywins (“la santidad vence”), que cada año se consolida como una actividad alegre y evangelizadora. A través de estas actividades los alumnos descubrieron el sentido de esta festividad.
El colegio se convierte así en un lugar idóneo para acompañar al alumnado en ese camino de santidad cotidiana. Desde las aulas, los patios, las celebraciones y la convivencia diaria, los docentes ayudan a que los niños aprendan a mirar la vida con esperanza, a reconocer el bien… Y en este contexto, la llamada a la santidad se traduce en un modo concreto de vivir y compartir el amor de Dios en lo pequeño y lo cotidiano.
Celebrar Todos los Santos nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad, ser luz para los demás. Que esta fiesta nos inspire a seguir construyendo juntos comunidades educativas alegres y llenas de fe, donde cada uno pueda descubrir que Dios nos llama a la santidad también en las cosas pequeñas de cada día.






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