En nuestros colegios diocesanos tenemos claro que lo más importante es que cada niño pueda encontrarse con Jesús. Con esa convicción, los maestros se reunieron en jornadas de buenas prácticas con el fin de compartir experiencias sobre los oratorios y distintas maneras de trabajar con la Palabra de Dios en el aula.
Estas jornadas se han convertido en un verdadero espacio de comunión entre los colegios. Los docentes presentaron iniciativas que nacen del día a día en las clases y que ayudan a que los alumnos vivan la fe de una forma más cercana, sencilla y significativa. Desde momentos de oración en el oratorio hasta dinámicas creativas con la Palabra, todas las propuestas tenían un mismo horizonte: acompañar a los niños en su camino hacia un encuentro vivo con Jesús.
La coordinación entre los colegios fue uno de los aspectos más enriquecedores. Escuchar cómo en otros centros se crean espacios para la oración, cómo se introduce la Palabra de Dios en la rutina escolar o cómo se invita a los alumnos a hablar con Jesús con naturalidad, inspira a todos y refuerza la unidad del proyecto educativo diocesano. Además, estas jornadas no solo ofrecen recursos o ideas, sino que fortalecen la conciencia de que educar desde la fe es una tarea compartida.
Con ilusión y compromiso, seguimos caminando juntos en esta tarea apasionante de acompañar a nuestros alumnos en su encuentro con Jesús, para que su presencia ilumine sus vidas y las de quienes les rodean.
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