El día de mi graduación estaba muy nerviosa por el hecho de “meter la pata” en la misa, a la hora de leer, de los cantos y, en general, a la hora de que no salieran las cosas tal y como estaban planeadas.
A lo largo de la semana, con los nervios a flor de piel, practicamos los cantos, preparamos las lecturas de la misa y ultimamos detalles en relación con los vídeos y actos que íbamos a realizar más tarde.
Todo salió tal y como lo preparamos y nos sentimos muy afortunados y orgullosos de haber visto nuestro trabajo plasmado en un acto tan especial para nosotros.
Esa semana nos sirvió para conocernos más, para terminar de formar esta gran familia que se había creado y, sobre todo, para disfrutar de los últimos días juntos.
María Costa Castillo (4ºB E.S.O.)
Fue un día muy emocionante. Por la mañana nos organizamos para que por la tarde estuviera todo listo para la celebración. Durante la semana tuvimos bastantes ensayos de los cantos y eso nos ayudó mucho a que la misa, en la que todos participamos, saliese muy bien.
Luego, tocaba que nos dieran la orla y nos pusieran la beca, yo estaba muy ilusionada.
Después de tantos años en este colegio (yo por ejemplo desde los 3 añitos, igual que muchos) por fin nos hemos graduado. Hemos pasado muchos buenos momentos aquí. Yo estoy desde pequeña con los mismos compañeros, a los que se han ido incorporando otros en diferentes cursos, y la verdad es que me da mucha pena tener que irme del colegio porque a lo largo de este tiempo hemos formado una gran familia, incluyendo a los profesores. Ellos ya nos conocen bastante bien y va a ser difícil ahora tener que acostumbrarse a nuevos docentes, a un nuevo instituto y a nuevos compañeros el año que viene.
La verdad es que fue un gran día vivido con nuestros compañeros, amigos, profesores y familias y que nunca vamos a olvidar.
Andrea González Reyes (4ºB E.S.O.)
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