El pasado viernes no fue un viernes cualquiera en nuestro Colegio Diocesano Oratorio Festivo de San Miguel de Orihuela, sino muy diferente y especial. Por la mañana, desde la terraza del Colegio, teníamos previsto para nuestro alumnado la observación de un eclipse parcial de sol con gafas homologadas para ello incluidas. Acontecimiento que no se volverá a repetir y, visible en nuestra localidad, hasta el año 2026.
Por todo ello, durante la semana previa, en todas las aulas desde Infantil a Secundaria trabajamos este acontecimiento singular a modo de Proyecto de Trabajo de Centro. Las actividades realizadas fueron la visualización de vídeos, la realización de trabajos cooperativos en clase y en casa con la familia (murales, broches, maquetas, etc.,) y visitas al laboratorio del Colegio. Allí, la profesora de ciencias del Proyecto Sofía de Secundaria, exponía a los niños y niñas trabajos realizados por sus alumnos a lo largo de los últimos cursos, para que pudieran comprender cómo y porqué cada muchos años se producen eclipses.
Como colofón y fiesta final del Proyecto nos dispusimos a visualizar el eclipse en vivo y en directo. Sin embargo, las condiciones meteorológicas nos limitaron parte de lo que habíamos previsto. No obstante, el mal tiempo no impidió que el Colegio vibrara con el inminente eclipse. Cierto es que no se pudo subir a la terraza a verlo con las gafas especiales, pero gracias a la infraestructura tecnológica de nuestro centro, la alternativa de verlo a través de internet nos permitió disfrutar del eclipse completo, en vez de parcial. El momento del eclipse total fue apoteósico y muy aplaudido por todos los alumnos que lo esperaban expectantes, ansiosos y emocionados.
Ha sido una gran satisfacción ver a mayores y pequeños trabajando juntos, compartiendo sensaciones, vivencias, contándose los sentimientos que esta experiencia de trabajo ha provocado en ellos. Estamos contentos e ilusionados también por toda la implicación del profesorado y de las familias para que este proyecto saliera adelante y se pudiera desarrollar.
De un modo original y motivador, nuestros alumnos han aprendido guiados por sus profesores, pero siendo ellos los principales protagonistas de su aprendizaje. Así, todos hemos ido investigando y descubriendo hasta llegar a la comprensión y el aprendizaje, pues sin duda lo que mejor se aprende es aquello que se vive. Proyectos como este no sólo forman y educan personas, sino que además hacen familia y crean lazos de unidad.
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