El Seminario Diocesano de Orihuela ha celebrado, otro año más, las fiestas en honor a su patrona, María Inmaculada. Una ocasión que se ha vivido con gran alegría porque se trata de una familia que sigue creciendo. Bajo el lema “María, Madre de la Iglesia” nuestro obispo diocesano impuso las tradicionales becas, el distintivo del seminarista cuando ya ha cursado un año, a 15 seminaristas. Especial relevancia tiene también el dato de los 17 nuevos seminaristas que han empezado este curso y cuyos nombres se han introducido en la “Beca” de la Virgen. Además, han recibido la admisión a las sagradas órdenes cuatro seminaristas que emprenden así la recta final hacia el sacerdocio. La familia de nuestro Seminario cuenta de este modo, a día de hoy, con 64 jóvenes. Damos las gracias a Dios por ellos y rogamos oración por su vocación.
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