Un singular y muy hermoso jazminero que plantó Pepe el Sacristán adorna y perfuma la entrada del Colegio permanentemente abrazado al templo parroquial que le dio vida y nombre. A través de sus ventanas dirige su mirada a los cuatro puntos como señal de acogida, de forma absolutamente gratuita, a los que a él acuden solicitando un puesto escolar, sin distinción de sexo, raza, lengua o credo.
Fue Don José Fuentes Martínez quien allá por los años 60 del siglo pasado promovió, promocionó y ostentó la titularidad de lo que comenzó siendo una guardería, después, como Patronato de Cáritas, un grupo escolar y en 1974, en pleno desarrollo de la Ley General de Educación de 1970, la de Villar Palasí y la E.G.B., se convirtió en el Colegio privado subvencionado Virgen del Rosario. Su primera promoción de graduados escolares fue la del curso 1975-1976.
Después llegó la LODE con los conciertos educativos y la LOGSE que obligaba a una nueva composición del Colegio, que es la actual, formada por el segundo ciclo de Infantil y la Primaria. Desde 1991 Don Francisco Navarro Perea es quien mantiene viva la vocación de servicio educativo hacia los chavales, la mayoría del barrio de Florida-Portazgo, que quieren ser educados en nuestro centro.
Hay que considerar como impagables la ilusión, el trabajo, la dedicación y el cariño que tanto Don José como Don Francisco le han dedicado al Colegio y, con ellos, el grupo de docentes implicados y comprometidos, el resto de trabajadores del centro y los miembros de la Asociación de Padres, que han dejado y dejan cada día lo mejor de sí mismos en ese proyecto emocionante e ilusionante que es intentar formar futuros hombres y mujeres buenos.
Resulta gratificante y a veces emotivo, el saludo afable e incluso cariñoso de los antiguos alumnos cuando, años después de haber salido del Colegio, los encuentras por la calle o integrados plenamente en la sociedad desempeñando cualquier profesión. Cuando vienen a pedir la lista de su clase para organizar algún encuentro y, sobre todo, cuando acuden solicitando plaza para sus hijos.
La constatación de que no toda la semilla que se siembra se pierde, ofrece la garantía de seguir apostando por educar en valores como el amor, la verdad, la libertad, la justicia, la solidaridad, la fidelidad, la paz, la vida, la familia, la cultura, el respeto, el trabajo, el esfuerzo, la constancia y la trascendencia.
Como escuela católica, la comunidad educativa del Colegio Diocesano Virgen del Rosario, garantiza una educación basada en una concepción cristiana del hombre, al que considera hijo de Dios y hermano de todos los hombres, hecho para el amor, la verdad y la libertad y merecedor de todo respeto por su dignidad personal.
Como colegio diocesano participa de la misión docente y evangelizadora de la Iglesia Católica y pretende la educación integral de sus alumnos. En su dimensión individual, ofreciendo posibilidades de crecer y madurar en todos los aspectos de su personalidad y en su dimensión social, impulsando un proyecto social en armonía con la dignidad de la persona, con el respeto a la vida en justicia y solidaridad con todos y especialmente con los más necesitados.
Pueden visitarnos en nuestra web: www.cdvirgendelrosario.es